Las
artes marciales son de origen oriental, su objetivo es ir más
allá de la lucha, trascender, encontrando una línea de
trabajo espiritual, siempre bajo las directrices de una buena
técnica de combate. En Occidente este concepto es difícil
de entender pues combina dos intenciones opuestas en nuestra cultura,
la lucha y la paz, el combate y el amor.