El Aikido es un Arte Marcial tradicional japonés, caracterizado por movimientos dinámicos, poderosos lanzamientos, ataques y técnicas de proyección e inmovilización. Es extremadamente efectivo como método de defensa personal, sin llegar a ser agresivo.

Fue desrrollado por el Maestro Morihei Ueshiba hace más de 50 años. Es quizá el Arte Marcial más joven, contiene elementos de diferentes artes de combate como Juijutsu, Kenjitsu y Jojitsu. El Maestro, Morihei Ueshiba, utilizó sus años de entrenamiento para profundizar y mejorar todos los aspectos de las artes marciales y su aplicacion en la vida diaria.

No solo se aprenden técnicas, sino también movimientos corporales, lateralidad, control de la respiración, meditación y ejerccios de desarrollo de Ki, la energía del poder universal, y así los alumnos avanzan en su propio equilibrio y en su propia paz interior.

El entrenamiento de Aikido hace hincapié en la coordinación mente-cuerpo, favoreciendo la autoestima y desarrollando esa difícil y especial habilidad de estar alerta y en calama a la vez, en perfecto equilibrio con nosotros mismos y con el Universo.

Cualquier persona, con un mínimo de salud, se puede beneficiar de la práctica de este Arte Marcial, ya que solo se requiere tener un poco de fuerza física, independientemente de la edad que se tenga. Realmente puede ser practicado por niños, niñas, chicas chicos, mujeres, hombres e incluso personas mayores . Los mejores estudiantes son aquellos que viene a entrenar con una mente abierta, sentido del humor y el deseo de ddesarrollar sus capacidades mentales y físicas al máximo.

El estudio del Aikido también permite a los estudiantes, aprender a resolver conflictos y como aplicar las enseñanzas del aikido día a día.

En los exámenes periódicos los estudiantes pueden medir su propio progreso al no haber competición.

O'SENSEI
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Mientras presenciaba con impotencia cómo los matones del pueblo golpeaban a su padre por discrepancias políticas, el joven Morihei Ueshiba juró que no cejaría en su empeño de fortalecerse, por mucho tiempo y sufrimiento que le costara.

De esta manera empezó su trabajo, aprendiendo todo lo posible de las Artes Marciales, pero poco a poco empezó a sentirse insatisfecho de ser solamente fuerte, y comenzó a estudiar Juijutsu, lo que le obligó entre otras cosas a invertir todo su esfuerzo, así como su dinero.Ahora, además de ser fuerte, dominaba el sable y muchas de las artes de defensa prsonal, pero le seguía faltando algo.

A veces triste, Ueshiba subía a un monte cercano a su casa y se ponía a recitar oraciones shinto, vestido de blanco. Comprendía que algo, algún elemento desconocido hasta entonces por él, faltaba en su vida.

A la vuelta de una expedición llena de peligros por el Asia Continental reanudó su vida de estudios y entrenamiento, en un pequeño dojo que había construido en una parte de la casa. Durante el último año de su estancia allí fue a visitarle un jóven oficial de la marina y profesor de Kendo. Morihei intentó explicarle su teoría del "Aiki", pero al parecer lo que el visitante buscaba era solo un enfrentamiento, y asi sucedió. El oficial se abalanzó sobre Ueshiba esgrimiendo su sable de madera, pero este esquivaba con fcilidad todos los ataques, hasta que el provocador tuvo que sentarse sin haberle tocado ni una sola vez. Ueshiba salió al jardín, y mientras sse ssecaba eel sudor de la cara a la sombra de un caqui, fue invadido súbitamente por una sensación que hamas había experimentado. No podía moverse. con gran asombro para él, sentía como si estuviese enraizado al suelo:

"Sentí que el Universo se estremeció de repente y que del suelo brotaba un espítiru dorado que me envolvía y transformaba mi cuero, haciéndolo de oro.Al mismo tiempo mi mente y mi cuerpo se iluminaron. Podía comprender el murmullo de los pájaros y era claramente consciente del pensamiento dedios, Creador del Universo.Entonces entendí: la fuente del Budo es el Amor a Dios -el espíritu de amorosa protección a todos los seres-. Lagrimas de gozo corrían por mis mejillas.Desde ese instante he parendido a sentir que toda la Tierra es mi casa y que el Sol, la Luna y las Estrellas son algo mío.Me sentí libre de todo deseo de prestigio, fama y posesión, e incluso el deseo de ser fuerte. Comprendí que el Budo no es derribar al adversario con nuestra propia fuerza, ni un instrumento para conducir al mundo a la destrucción mediante las armas. El verdadero Budo es aceptar el espíritu del Universo, preservar la Paz en el mundo y criar, proteger y cultivar rectamente a todos los seres de la Naturaleza. Supe que el entrenamiento en el Budo consiste en captar el Amor de Dios, que cría, protege y cultiva con rectitud todo lo que existe en la Naturaleza, y emplearlo en nuestra propia mente y en nuestro propio cuerpo."